El holding nacional de vestuario infantil, dio su paso inicial para la internacionalización, y deja un mensaje a los emprendedores: “Porque no hay límites para soñar… ¡Vamos por más”.
“¡Estamos muy felices de contarte que el pasado viernes 5 de febrero, abrimos nuestra primera tienda en Estados Unidos, ubicada en el mall Sawgrass Mills Miami! Este es nuestro paso inicial para la internacionalización. Porque no hay límites para soñar… ¡Vamos por más!”. Con esas palabras, el grupo chileno Limonada, enfocado en vestuario infantil, anunció recientemente un hito importante para sus operaciones, pero la compañía cuenta con una larga historia.
En 1989 de la mano de Andrés Valverde y Carmen Gloria Norambuena nace el grupo Limonada, empresa que desde sus inicios a la fecha ha tenido como target el rubro del vestuario infantil.
Con el transcurso de los años, Limonada se fue convirtiendo en un grupo bastante consolidado, fabricando ropa “divertida y de moda” y con una propuesta de valor basada en el diseño y la calidad de sus productos que comercializaban principalmente a través de grandes holdings.
Hoy la marca está afianzada a nivel nacional gracias al trabajo en conjunto que han realizado como familia, adquiriendo una identidad propia que les ha permitido escalar y posicionarse a lo largo de todo Chile.
Sin embargo, no ha sido un camino fácil. En 2003, Paula Valverde decidió meterse en el negocio familiar en el área de las finanzas. Una vez dentro, quedó sorprendida porque cuando recibió los libros de ventas, eran físicos y completados a mano, realidad muy distinta a la que viven en la actualidad.
Un tiempo después se unió a la empresa Valentina Valverde para apoyar a su madre en el tema de diseño. “Mi mamá fue una mentora para mí. Me ayudó a entender el negocio e ir poco a poco involucrándome en el negocio”, asegura.
Transcurridos unos años, las hermanas se hicieron con las riendas de la empresa imponiendo su sello y con la ilusión de ver a la marca expresándose 100% con tiendas propias a lo largo de todo el país. Gracias a su gestión, hoy la firma cuenta con tres marcas (“Limonada”, “Maite” y “Black & Blue”) que se venden en locales propios, en grandes tiendas y pequeños comercios en regiones.
“Al principio fue complicado porque en ese entonces ver en estos cargos a las mujeres era mal visto. En los viajes que hacíamos a China, nos dimos cuenta de que había mucho machismo y costaba mucho negociar. La experiencia nos sirvió para ir creando nuestro espacio y aprendiendo”, afirma Valentina que hoy se desempeña como Design Manager.
Precisamente la paridad de género es uno de los principales valores que tienen como marca. Ya que, desde Limonada, pretenden derribar todos los estereotipos con que los que cargan las mujeres desde pequeñas con el fin de permitirles soñar y cumplir sus sueños, sin restricciones, sin límites.
“Lo que queremos como marca es decir que la niña elige lo que quiere vestir y que eso no puede definirla, porque lo que define a las mujeres es lo que llevamos dentro, eso es lo que nos permite ver hasta dónde podemos llegar”, indica Paula.
Hoy en Limonada todos los procesos son digitales, todo está integrado y están con foco absoluto en lo que es el E-commerce y en seguir integrando todos los sistemas de la compañía. “La pandemia hizo que avanzáramos 10 años en 6 meses en todo lo digital y que las ventas por internet se dispararan haciendo de nuestro comercio digital nuestra mejor tienda”, comenta Valentina.
Si bien para Paula la tendencia hacia el mundo digital es innegable, la empresa siempre ha tenido como prioridad a sus trabajadores. “Nos reinventamos y transformamos los puestos de trabajo evitando los despidos masivos y logrando desarrollar habilidades que previo a la pandemia no teníamos”.
La transformación digital y la pandemia las empujaron a reinventarse y repensar los modelos de negocio que botaron barreras de entrada hacia otros países. Así, terminaron con Limonada en Amazon y ya tienen su propia plataforma que vende a Estados Unidos. “Antes estas cosas eran impensadas, eran sueños porque no entendíamos el alcance que tenía lo digital”, da a conocer Paula.
Con la ilusión de seguir transmitiendo a los más pequeños la creatividad, libertad y autenticidad que Limonada entrega, esperan seguir contribuyendo a que, con la moda, los niños y niñas puedan transmitir lo que son, piensan y sueñan, para una mayor igualdad, empoderamiento y libertad.