Hablamos de Hornitos, Pichicuy, Bahía de Concón, Reñaca, Caleta Portales, Algarrobo, Bahía de Cartagena, Santo Domingo, Los Molles y Pichilemu. Un experto entregó detalles en Emprendidos.
Según estudios del Observatorio de la Costa, las costas del país están cada vez más deterioradas y 66 playas chilenas -entre Arica y Chiloé- podrían desaparecer antes del término del siglo. De ellas, 10 corren un riesgo inminente y podrían esfumarse en menos de 10 años.
Los datos obtenidos por la institución revelaron que en aquellas donde la erosión era elevada en 2023 -promediando un 86,5%-, el fenómeno creció en forma acelerada. Esto se concentró en playas de la región de Valparaíso, como Reñaca y Caleta Portales, donde la erosión casi se duplicó en un año lamentablemente.
Hablamos de las playas Hornitos, Pichicuy, Bahía de Concón, Reñaca, Caleta Portales, Algarrobo, Bahía de Cartagena, Santo Domingo, Los Molles, Pichilemu, principalmente, que desaparecerían en los siguientes 10 años o incluso antes.
En entrevista con Daniel Valenzuela en nuestro programa Emprendidos, Waldo Pérez, director del Centro Hemera de la Universidad Mayor para la Observación de la Tierra, contó que por el cambio climático, incluso, la desaparición de playas podría ocurrir en menos de 10 años, siendo nuestro país uno de los más vulnerables por esta situación a causa del extenso borde costero que tenemos.
“Por desgracia, las playas no se alcanzan a recuperar por el tremendo aumento del nivel del mar, a lo que se suma la intervención antrópica, la presión inmobiliaria irresponsable con construcción en dunas y humedales”, explicó Pérez.
De este modo, el director del Centro Hemera de la Universidad Mayor para la Observación de la Tierra admitió que “no tenemos una política de ordenamiento territorial, no existe una ley de costas que regule el uso de los suelos para que no se construya en áreas frágiles, por tanto hay mala gestión de la autoridad al respecto”.
Y para las 22 playas de la Región de Valparaíso, reveló Waldo Pérez, se ve una tasa de retroceso de 1,5 metros, acelerándose a menos de 10 años la desaparición de varias de ellas desde los 20 años antes proyectados, lo que es alarmante.