Se trata de la app Lazarillo, que utiliza mensajes de voz para ayudar a moverse con confianza en la ciudad a quienes tienen discapacidad visual, y que incluso firmó alianza inclusiva con Sodimac.
Lazarillo se denomina a una persona o animal que guía a una persona no vidente. Por lo mismo, esta startup chilena optó por este nombre para su emprendimiento, el que consiste en una aplicación que utiliza mensajes de voz para guiar a personas con algún tipo de discapacidad -principalmente visual- para que puedan moverse con confianza por la ciudad.
La app localiza los servicios al alcance del usuario y le notifica, por mensajes de voz, dónde se encuentra, que hay a su alrededor y le permite seleccionar los lugares que desea encontrar. Además, permite guardar los lugares favoritos, los que quedan almacenados en la cuenta personal, para evitar que se pierdan si cambia o se extravía el celular.
Hoy, la app gratuita y disponible para formatos iOS y Android, cuenta con más de 180 mil usuarios a nivel mundial, está en 24 idiomas, en aproximadamente 30 países, y se encuentra disponible para todos los dispositivos móviles. Además, fue lanzada en Estado Unidos.
La aplicación de tecnología de asistencia fue fundada en 2016 por los ingenieros civil eléctrico e industrial de la Universidad de Chile René Espinoza y Jonathan Taivo, además del asistente social de la Universidad Católica, Álvaro Bravo, con el apoyo de IncubatecUFRO.
Aunque la startup nació como una aplicación para ayudar a personas en situación de discapacidad visual a moverse por la ciudad, hoy es más que eso. Ahora también trabaja con entidades para que sus espacios cerrados sean accesibles, es decir, a través del mapeado y de la instalación de sensores bluetooth, el lugar se convierte en un sitio amable con las personas ciegas. El usuario puede orientarse siguiendo las indicaciones (en audio) que entrega el sistema.
En tanto, el Massachusetts Institute of Technology, denominó a Lazarillo como uno de los mejores emprendimientos de Latinoamérica e incluso, ha generado alianza con importantes empresas como Sodimac, con su compra online asistida para personas con discapacidad visual.
Pero el camino hacia este reconocimiento no fue fácil. «Lo más complejo siempre ha sido el modelo de negocio, que por un lado tiene usuarios (que descargan gratuitamente el servicio), y por el otro, empresas, que pagan porque sus espacios sean accesibles. Lo difícil es que muchas veces la accesibilidad no está considerada en los presupuestos de las instituciones. De a poco hemos ayudado a cambiar eso y hay algunas entidades que se están dando cuenta que ahí hay valor para la compañía y sus clientes», afirma uno de los fundadores de Lazarillo, René Espinoza.