El reconocido actor chileno contó en Emprendidos el proceso lleno de aprendizajes que vivió para manejar actualmente con éxito su negocio “Pizza Rica”, que es atendido por su propio dueño.
Álvaro Morales, reconocido actor chileno, fue entrevistado en nuestro programa Emprendidos, allí contó el proceso que lo transformó hoy en un empresario culinario. Lleva cinco años en ese camino, primero con “Don Giovanni Eventos” y ahora, mediante “Pizza Rica”.
Morales afirma que su emprendimiento es atendido por su propio dueño. Actualmente, en distintos eventos privados donde lo contratan, entra a las casas de las personas “y allí se abre un escenario, donde comparto con la gente, es una muy buena experiencia”-
“Voy donde me contraten, en cualquier lugar para que tengan la misma experiencia que yo cuando cocino, ya sea en Vitacura o en Puente Alto. Ha sido un tremendo aprendizaje, donde son los errores lo que llevan al objetivo, no creo que uno tenga la carta de navegación clara y que no fracase en el camino para crecer”, indica el profesional.
¿Por qué fue moviéndose desde la actuación al emprendimiento culinario? Responde que “son ese tipo de cosas que no las puedes pensar mucho, porque si las piensas, te quedas estancado. Existen momentos en la vida en que uno solamente debe hacer, seguir el impulso, yo siempre dije ‘es ahora o nunca’ y lo concreté”.
De acuerdo con el actor, el fracaso solamente existe “si dejas de hacer lo necesario para cumplir tu objetivo, lo importante es seguir soñando, alimentando las pasiones. A los 50 años uno deja de ser quien es y te pones un deadline, para alcanzar lo que desea, pues queda menos tiempo a favor”.
Asimismo, Morales admite que, cuando decidió ser empresario, estaba mermando mucho televisión y teatro, “entonces dije, o sigo esperando o me dedico al rubro culinario, total todavía tengo energía y puedo crecer en lo que igualmente me apasiona”.
También, otro impulsor potente fue la muerte de su mejor amigo, dueño del restorán “De Cangrejo Conejo” que se situó entre los 40 mejores del mundo. “Yo lo ayudaba mucho en lo culinario, en el desarrollo de la carta, de hecho teníamos un proyecto juntos distinto al que realizo ahora, pero no pudimos llevarlo a cabo y me convencí que era en ese momento o nunca materializarlo porque la vida es una sola”.
“Me arriesgué y comprendí que tenemos dos vidas: la más importante es cuando descubres que cuentas sólo con una, eso me empujó hacia adelante”, confesó Álvaro Morales, asegurando que hoy se dedica 100% a su emprendimiento culinario.
