Los expertos afirman que en el mayor gasto público para el próximo año, se estimula la inversión del Estado, pero que al mismo tiempo no se impulsa el crecimiento privado para la reactivación.
Hoy ingresa al Congreso el proyecto de Ley de Presupuesto 2023, que contempla aumentar en 4,2% el gasto fiscal, donde el Presidente Gabriel Boric detalló que los ejes de este gasto público serán la seguridad, reactivación económica, las inversiones públicas y privadas, y protección social.
En entrevista con Tevex Televisión, el economista Roberto Darrigrandi dijo que “es un presupuesto razonablemente expansivo para las restricciones fiscales y para las presiones inflacionarias que tenemos hoy, así que no veremos grandes impactos negativos, era algo bastante internalizado por el mercado lo planteado por el Gobierno, sobre todo que gran parte de este dinero se destinaría a Pensión Garantizada”.
Sin embargo, a juicio de Darrigrandi, “hay que volver a la carga en cómo reactivar el sector privado, su inversión, su actividad, y allí no se ven muchos dardos del Gobierno, un ejemplo de ello es lo que está ocurriendo con el TPP11 (Tratado Integral y Progresista de Asociación Transpacífico), que no ha sido ratificado por Chile”.
Luego, Michelle Labbé, economista de Econsult, sostuvo que “se supone que el gasto 2023 crecerá 4,2%, donde parte importante será inversión pública, con el objetivo de crear 200.000 empleos, implicando sueldos y por tanto, demanda. A su vez, la economía chilena será recesiva, eso es presión inflacionaria importante”.
“El problema es que vivimos una estanflación, donde el gran problema es la inflación que no se trata como las recesiones económicas normales, y cuando el gasto público aumenta más que el PIB, se eleva la demanda y la presión de precios”, advirtió la economista.
Para Labbé, lo que se debe hacer es contraer el gasto público total y redistribuir el presupuesto 2023. “Además, se habla de reactivación económica, pero nada se dice de inversión privada, al contrario se revelan impuestos adicionales a empresas, y el sector estatal sabemos que es ineficiente, por ejemplo tiene a 500.000 adultos mayores sin su Pensión Garantizada pese a que los recursos están”.
Mientras que Cristóbal Gamboni, economista senior del Observatorio del Contexto Económico de la Universidad Diego Portales, indicó que el Gobierno anunció que cerrará 2022 mejor de lo esperado, con superávit de sus cuentas fiscales, y tenía dos opciones: mantenerse en un balance saludable de largo plazo o aumentar el gasto para enfrentar un 2023 de recesión económica. “Mi opinión es que se fueron justo por la mitad, con un déficit controlado, para buscar un equilibrio”.
Así, “la inversión pública crecería 5,5%, para estimular la economía y el empleo, mientras que el gasto en seguridad ciudadana y social se incrementará, siendo esto último relevante dado que se apoyará el empleo con IFE Laboral”, apuntó Gamboni.
