Los afiliados activos o pensionados de una AFP que sufran una enfermedad terminal, podrán hacer el retiro de sus fondos como excedente de libre disposición.
Como «un proyecto de toda justicia y humanidad» fue calificado el proyecto que establece beneficio que indica para los afiliados y pensionados calificados como enfermos terminales. Ello, en el marco de la aprobación unánime en la Sala del Senado, y luego que la Cámara de Diputados despachara el texto legal.
De este modo, la iniciativa quedó en condiciones de cumplir su trámite de promulgación como ley.
El senador Juan Pablo Letelier, en su calidad de presidente de la Comisión de Trabajo, dio cuenta de la iniciativa y recordó que estas normas formaban parte de la reforma de pensiones, donde el Ejecutivo la patrocinó como una iniciativa independiente, dada la urgencia de abordar este tema.
A su vez, el senador Jorge Pizarro, presidente de la Comisión de Hacienda, destacó que «a petición de la Mesa se tomó conocimiento con celeridad de la norma y se acordó un tiempo de tramitación de la solicitud de enfermo terminal y procedimientos de apelación más acotados».
Asimismo, los parlamentarios explicaron que «se introdujeron normas para la implementación en el tiempo de transición» y se dejó constancia de que el retiro de estos fondos no va a significar un impuesto oneroso ni va a afectar los recursos necesarios para los enfermos terminales. Y de este modo quedan liberados de impuestos los retiros de hasta los 40 millones de pesos de los excedentes de libre disposición».
El proyecto permitirá a los afiliados activos o pensionados de una AFP que tengan una enfermedad terminal, el retiro de sus fondos como excedente de libre disposición, manteniendo los recursos necesarios para financiar: una renta temporal por 12 meses igual a la Pensión Básica Solidaria (PBS), una cuota mortuoria de 15 UF (436 mil pesos) salvo aquellos del PBS y las pensiones de sobrevivencia en el caso que el afiliado tenga beneficiarios de ésta.
Según datos oficiales, se estima que 46 mil personas padecen algún tipo de cáncer terminal hasta 2019, y esta cifra se duplica para considerar otros casos distintos al cáncer.