Se trata de Copper3D, que se adjudicó un fondo de la NASA, para llevar cobre antimicrobiano chileno al espacio, que será clave en el futuro de la exploración del universo.
La startup chilena Copper3D, que fabrica materiales y aplicaciones antimicrobianas para la industria de Impresión 3D, se adjudicó recientemente un nuevo fondo de investigación de la NASA. El financiamiento, por US$130 mil, se ejecutará en colaboración con el laboratorio de Biomecánica de la Universidad de Nebraska Omaha (UNO), de Estados Unidos.
Daniel Martínez, cofundador y director de Innovación de la empresa, dice que “uno de los problemas en el espacio es que no tienen espacio” y, por otro lado, lo que necesitaría Nasa es fortalecer mecanismos ante la carga bacteriana existente en la Estación Espacial Internacional (ISS). “La estación es un lugar bastante contaminado, por eso están buscando contramedidas”, aseguró a Bloomberg Línea.
Asimismo, la startup fabrica materiales, herramientas, dispositivos médicos y objetos de uso diario con propiedades antimicrobianas. En 2018 realizaron un estudio de prótesis 3D, donde testearon a veteranos de guerra en Estados Unidos que tenían amputaciones. “Empezamos a investigar y nos dimos cuenta que había distintos aditivos en cobre que podíamos mezclarlos con polímeros y así partimos como empresa, mezclando aditivos con materiales”, detalló.
Chile es el mayor productor de cobre del mundo, y muchos emprendimientos han aprovechado los atributos del metal rojo para desarrollar diferentes tecnologías en el país.
Cuando Copper3D se convirtió en una compañía a nivel internacional se produjo el acercamiento con la Nasa a través de la UNO. “Nosotros presentamos un par de proyectos, y ahí partió nuestra relación con Nasa y la Universidad de Nebraska que se ha mantenido hasta ahora”, dice Martínez.
La compañía tiene trayectoria en colaboraciones con NASA y UNO. Su primer fondo para testear esta nueva tecnología de materiales antimicrobianos para impresión 3D en microgravedad (Zero-G) fue adjudicado en septiembre de 2018, y luego consiguieron otro en 2019 que sirvió para evaluar la factibilidad de imprimir un set de medical devices en condiciones de Zero-G.
Martínez está seguro de que el cobre antimicrobiano chileno llegará al espacio y será “clave” en el futuro de la exploración espacial. “Estamos apuntando a la economía circular”, comenta.
La empresa está en un proceso de levantamiento de capital, y esperan concretar su primera ronda antes de finalizar 2021. Sus perspectivas están en levantar una ronda pequeña, no más de US$1,5 millón, en Chile. “Pero si ya estamos hablando de la región, Latinoamérica, podríamos estar pensando en una primera ronda de, al menos, 5 millones de dólares”.