“La mujer es portadora de la sabiduría, por ello es muy importante que vuelva a reconectar con su naturaleza”, afirmó en Emprendidos la alquimista argentina Natalia Barrera.
Natalia Barrera, alquimista argentina, fue entrevistada en nuestro programa matinal Emprendidos en el marco del Mes de la Mujer, donde habló acerca de la misoginia, que es lo relacionado al odio contra lo femenino.
En la prehistoria, la mujer ocupaba un lugar central dentro de la comunidad, no sólo era una recolectora o cuidaba a los hijos, sino que también administraba para las épocas de hambruna. Era muy receptiva, siempre ligada a la vida y a la naturaleza, conectada a la divinidad y al conocimiento.
Así, el origen de la misoginia nació cuando la Iglesia Católica comienza la persecución contra los que se llamaban paganos, quienes tenían como devoción la naturaleza y sus ciclos, y allí se adoraba a la madre tierra, a la mujer como diosa, detalló Natalia.
De este modo, nacen los mitos, como la Caja de Pandora que habría sido abierta por una mujer y se expandieron todos los males, luego la Iglesia Católica mostró el ejemplo de Eva como la que toma el fruto prohibido, el cual simboliza la sexualidad y el conocimiento. Por tanto, lo femenino queda en un lugar siniestro, ubicándose a la izquierda, en un sitio oscuro, como un hombre incompleto.
Sin embargo, en los últimos años, “la mujer comenzó a hablar y a ocupar su lugar, dejando atrás de una forma paulatina la desigualdad donde incluso a las que estaban solas o viudas se les nombraba como brujas, se les miraba mal. A medida que se accede más al conocimiento, ellas pueden educarse después que se le negó por largo tiempo estudiar, pues se le trataba como esclava y se les vestía como hombre para tal efecto”, señaló la alquimista argentina.
La mujer es portadora de la sabiduría, de los aspectos inconscientes y emocionales, por ello es muy importante que vuelva a reconectar con su naturaleza.
“Callar a las mujeres es callar lo que es invisible: el conocimiento y las emociones . Las mujeres eran sagradas porque eran portadoras de la vida y podían crearla, por eso se les relaciona a la magia, además eran sanadoras y conocían los procesos de la naturaleza”, manifestó Barrera.