En una reciente entrevista con Revista Vein, la ex coordinadora sociocultural de la Presidencia, Irina Karamanos, analizó su paso por La Moneda en los primeros meses del gobierno de Gabriel Boric.
A pocos meses de que en noviembre, se informara de la ruptura de su relación con el Primer Mandatario, la socióloga hizo un balance de su experiencia y afirmó que su primera aparición pública «es como pareja de un Presidente.. que eso sea la definición de quien eres socialmente, es tremendamente interesante, desafiante y difícil también”.
“Se construye una imagen de pareja presidencial en el poder, muy tradicional. Es como la versión profesional de ser pareja. La primera dama, además de muchas otras cosas, está a cargo de profesionalizar su relación y eso es bien cuestionable», reflexionó, asegurando que incluso dejó de lado «todo» en su vida para desempeñar el rol que asumió. «Me concentré 200% en mi nuevo compromiso político, que sabía que era por un tiempo acotado», puntualizó.
Karamonos contó que «por ejemplo, no pasó un día en que no volviera a mi casa, siempre tarde, a leer teoría sobre lo que estaba haciendo, leer historias de otras Primeras Damas, leer teoría de género”.
“Es irónico porque el lugar de Primera Dama es muy visible, pero lo que había dentro era poco visible», aseveró en la entrevista, mencionando que el trabajo de todas formas «era una oportunidad porque tenía muchas zonas grises”.
La socióloga afirmó además que, por su personalidad, en el tiempo que logró ejercer su rol estuvo «muy atenta, tensa e incómoda con tener poder”.
“Tengo una convicción democrática muy fuerte, entonces yo misma consideraba que era ilegítimo estar allí por más tiempo de lo estrictamente necesario. Me iba dando cuenta de lo mucho que se puede hacer con esa posición jerárquica y a la vez decidía no usarla; solamente usé el poder para ir desarmándolo», se atrevió a manifestar.
En ese sentido, la ex coordinadora sociocultural explicó que asumió la labor con el objetivo de «poder desvestir la reiteración de esa figura y ese lugar. Cualquier persona que le dan poder y quiera hacer el bien, el lugar de Primera Dama es perfecto porque se pueden efectivamente hacer muchas cosas buenas».
“El tema es ¿por qué esa persona? Y la respuesta es simple y llanamente porque es pareja del Presidente. Y ese es el pecado original del cargo si uno se pone lentes del siglo XXI”, reflexionó, aclarando que eso se debe a que «hoy en día tenemos ministerios que hacen las políticas sociales, de género y sobre los temas que tradicionalmente se asocian a las Primeras Damas”.
Para finalizar, Karamanos explicó sus aprehensiones con el cargo «sobre todo porque hoy podemos votar por líderes mujeres, en cambio una Primera Dama no es una figura electa. Ser pareja de alguien no es haber sido electa, y si no fui electa para gobernar no voy a gobernar”. Asimismo, destacó el hecho de que dicha labor haya cambiado de nombre, comentando que eso «tuvo que ver con valores democráticos, no con caprichos. Algunas personas pueden pensar que salir de la figura de Primera Dama es un rechazo personal a un privilegio dado, yo creo que es un decidido rechazo político a un poder que no pertenece».