Huequecura y Callaqui son cervezas artesanales de alta calidad, creadas y lideradas por mujeres de la comuna de Santa Bárbara, en una industria históricamente dominada por hombres.
Aunque la cerveza es una de las bebidas más antiguas, muy pocos conocen el papel que las mujeres han desempeñado en su historia. La taberna en tiempos mesopotámicos era una cosa de mujeres. La producción de esta bebida se trataba de una labor del hogar, por lo que eran las mujeres quienes procesaban los insumos que los hombres traían a casa.
Con el paso del tiempo la fabricación se empezó a comercializar y al ser los hombres quienes tenían las posibilidades financieras y legales para montar negocios, se convirtió en un negocio de hombres.
El en sur de Chile hay dos mujeres que desafían la idea de un mundo cervecero dominado únicamente por hombres. No ha sido una tarea fácil, pero ambas han contado con el apoyo del Centro de Emprendimiento Colbún en todo su proceso.
Así lo explica Vanessa Verdugo, directora del Centro de Emprendimiento Colbún: “Hemos apoyado a Alejandra Ortiz de Cerveza Huequecura y a Claudia Pizani de Cerveza Callaqui desde sus inicios y en distintos aspectos: modelo de negocio, comercialización, marketing, gestión administrativa, postulación a proyectos, entre otros. Hemos visto cómo estas grandes mujeres han evolucionado de manera positiva con su empresa, cómo han crecido productivamente, aumentado sus ventas y cómo se han ido posicionando en un rubro muy competitivo. Apoyarlas ha sido una experiencia muy gratificante, pues son un ejemplo que, con esfuerzo, trabajo y dedicación, las mujeres pueden emprender en cualquier rubro que se propongan”.
Alejandra Ortiz, fundadora de Cerveza Huequecura, quien llegó casi por cosas del destino a crear su emprendimiento, explica: “Estudié ingeniería en alimentos y tuve un ramo de elaboración de cerveza. Fue todo un semestre. En cierta ocasión le comenté a mi pareja e hicimos unas para probar. Primero para nosotros, luego cuando tuvimos una receta comenzamos a compartir este producto y desde el primer minuto tuvo buena aceptación. Así partió esta aventura con una máquina pequeña y sólo como un pituto”.
Huequecura integra en su elaboración las aguas de los deshielos cordilleranos de la Región del Bío-Bío, la que mezclan artesanalmente con maltas, lúpulos y especias de la zona. Todas de la más alta calidad. “Esto le ha dado una característica diferenciadora a nuestra cerveza. Además, le hemos dado un enfoque local a la marca. En este sentido el nombre es tomado del río Huequecura, pero también rememora al Wedkekurra, NGEN que en lengua Mapuche evoca a un ser mitológico, una serpiente con pelos de crin de caballo, guardiana de las aguas y de la naturaleza”, añade Ortiz.
“Estar en un rubro masculino, la verdad es que hasta el momento no me he sentido como discriminada o similar, al contrario, me he encontrado con cerveceros muy abiertos de mente y que no dudan en ayudar o compartir conocimientos. Ahora, si me voy al lado de los clientes, es muy habitual que piensen que mi pareja es quien hace la cerveza o simplemente cuando me hablan por interno asumen directamente que soy hombre, pero la verdad es que no me lo tomo con mayor importancia, creo que el producto final es lo que se debe valorar y ahí está mi orgullo”, cuenta Ortiz.
En este sentido, Claudia Pizani, dueña de Cervecería Callaqui, explica sus inicios: “Llegamos el año 2012, cuando una colega nos ofreció el equipamiento de su cervecería en Los Ángeles, pues ella dejaba el rubro. Con mi esposo fuimos a visitar su planta, y nos encantó la idea de comenzar con el proyecto, totalmente desconocido hasta ese entonces por ambos. Ahí partió todo, hablamos con mis papás, les contamos de la idea, y ellos full apoyo, nos cedieron el terreno para construir lo que hoy es Cervecería Callaqui. Nosotros comenzamos con la infraestructura, la cual poco a poco ha ido siendo mejorada, y hoy es una planta elaboradora con una sala de ventas, transformándonos en la primera cervecería de la comuna de Santa Bárbara de la Provincia del Bío-Bío”.
Lo más difícil para Pizani ha sido la estandarización del proceso, pues su producto es completamente natural y artesanal. “Existen algunas variables que no podemos controlar, versus mantener una línea 100% artesanal y natural, que nos permita entregar un aporte nutricional y no sólo alcohol. Para mí la cerveza es arte y permite a las personas que nos visitan y adquieren nuestro producto, que disfruten la aventura, nuestro eslogan. Y eso, es maravilloso”.
Las cervezas Huequecura y Callaqui están disponibles en el ecommerce: http://gentedulce.cl/