De la población encuestada por Chiledeudas, 60% manifiesta que cada vez les resulta más difícil continuar pagando a tiempo sus deudas ligadas a tarjetas de crédito, por la recesión económica.
En un mundo cada vez más digitalizado, la utilización de tarjetas de crédito se ha disparado, con un total cercano a los 15 millones de plásticos en Chile y un índice de uso que alcanza casi el 60%. Pero no solamente estos cambios se materializan, ya que a causa de la crisis económica, pasaron de ser una deuda a una extensión de los ingresos en la población.
Al respecto, un estudio de Chiledeudas.cl realizado en conjunto con la Asociación de Exportadores de Manufactura (Asexma), que incluyó a más de 3.000 personas a nivel nacional, da a conocer que el 70% de las personas en el país afirman que los créditos bancarios y de retail, sobre todo tarjetas, ya se transformaron en extensión de sus ingresos porque lo que tienen no les alcanza, lo cual es grave ya que es un círculo vicioso peligroso para el equilibrio económico nacional.
De hecho, entre quienes responden que los préstamos son un ingreso más en sus vidas y no una deuda, el 75% indica que el medio preferido son las tarjetas bancarias y de retail, seguidas muy de lejos por las líneas de crédito en cuentas corrientes con el 15%, y el restante 10% se reparte entre los dineros solicitados tanto en el sistema formal como en el informal.
“Nos preocupa que 7 de cada 10 chilenos haya asumido que las tarjetas de crédito son un ingreso más en sus vidas, incluso similar al de sus sueldos mensuales, dado que es una bomba de morosidad que puede explotar en cualquier momento. Estos plásticos no son malos, es factible usarlos de una manera positiva, sin embargo su utilización irresponsable es un gran riesgo”, advierte el director de Chiledeudas.cl, Guillermo Figueroa.
Por su parte, el presidente de Asexma, Roberto Fantuzzi, expuso que “tras analizar los resultados de este importante estudio nacional, como empresario estoy muy preocupado por la salud financiera de los trabajadores, ya que esto significa menor nivel de productividad por la compleja situación de la gente. Con esta información, tanto economistas como instituciones del Estado deben elaborar una política para mejorar esta realidad, ya que si se suma a la crisis, será un problema mayor”.
Asimismo, de la población encuestada, 60% manifiesta que cada vez les resulta más difícil continuar pagando a tiempo sus deudas ligadas a tarjetas de crédito a raíz de la recesión económica; 30% dice que si bien cumple con esta obligación financiera, sus finanzas quedan al límite todos los meses; y sólo el 10% asegura que no le genera mayores problemas solventar este gasto.
La mayoría de quienes ven con preocupación seguir pagando a tiempo la deuda relacionada a las tarjetas de crédito son hombres, con el 65%, mientras que las mujeres son más responsables, con el 35% de la posible población morosa, según la medición nacional de Chiledeudas.cl y Asexma.
También, en esta ocasión, el uso de las tarjetas de crédito, de las líneas y distintos préstamos, refleja un cauce inquietante: 55% de las personas utilizan estos medios actualmente para pagar alimentos principalmente en supermercados, comprando en cuotas este ítem básico para vivir, y el 45% es repartido entre cumplimiento de otras deudas en la práctica conocida como “bicicleta financiera” y distintos gastos del hogar.
De acuerdo con el mismo estudio, 35% de las personas que observan a las tarjetas de crédito como un ingreso más, tienen deudas totales que duplican sus entradas financieras mensuales; el 40% las triplican y el 25% las cuadruplican o incluso superan ese alarmante límite.
“Si es inevitable usar las tarjetas y otros instrumentos como líneas y distintos préstamos, es clave comparar primero y analizar el CAE, que es la Carga Anual Equivalente, donde la más baja es la que mayormente conviene, mientras que se deben aprovechar beneficios como cuotas sin interés y los descuentos ofrecidos. No obstante, es relevante jamás olvidar que si los compromisos financieros superan el 50% de los ingresos, existe un sobreendeudamiento y eventualmente futura morosidad”, apunta Figueroa.
El especialista plantea que hay salidas legales para los problemas financieros, pero antes de llegar a este punto crítico, se debe considerar, entre otras cosas, no caer en la llamada “bicicleta” y buscar consolidar todas las deudas en una sola, así evitar más intereses y comisiones, donde estas últimas pueden alcanzar los 400.000 pesos mensuales.