Santos Chávez recordó en Emprendidos cuando salvó la vida al “gorrión de Conchalí”, hecho que ocurrió en la grabación de un programa especial de Primer Plano, dedicado a Zalo Reyes.
La comuna de Conchalí es una cuna de grandes cantantes, entre ellos, Santos Chávez, que es uno de los íconos de la música romántica en Chile. Ampliamente reconocido por “Mi Vida”, hoy sigue con exitosos sencillos como “Lobo”, y en una interesante entrevista con Daniel Valenzuela en nuestro programa Emprendidos reveló también desconocidos detalles de su amistad con Zalo Reyes.
Para Chávez, Zalo Reyes es la escuela de todos, “es una institución, el que quiera cantar canciones románticas debe mirarlo a él. Siempre lo quise conocer, y de repente, me encontré grabando con él la canción “Amor Sin Trampa”, y aprendiendo de su técnica vocal”.
De acuerdo con Santos, se dio un mito “que me aburrí de desmentir, la gente decía que Zalo era mi padrino musical, y yo respondía que no, no era así. Lo cierto es que grabamos juntos y nos hicimos muy amigos con el “gorrión de Conchalí”, pero nunca aparecimos juntos en la televisión, jamás me aproveché tomando su imagen para crecer”.
El cantante de “Mi Vida” recordó cuando el humorista Felipe Avello se refirió en el Festival de Viña del Mar al épico momento donde Zalo Reyes dice a su doble en una discusión “¡Están matando a un weón!”: “yo estaba justamente ahí, trabajando la técnica vocal junto a él, eso nadie lo sabe”.
Luego, Santos Chávez afirmó también que salvó la vida al “gorrión de Conchalí”. En la grabación de un programa especial de Primer Plano, “nos paramos porque debíamos ir a trabajar, en ese tiempo él comía frutos secos para enfrentar la ansiedad y de repente se trapicó”.
“Se empieza a colocar morado, se le salen los ojos por la falta de aire, lanzamos la mesa al suelo, y le hice maniobras para que expulsara el fruto seco, costó hasta que lo botó”, relató el baladista. “¿Te imaginas hubieran sabido esto en Primer Plano? Hacen tremendo programa al respecto”.
Asimismo, Santos Chávez admitió que desde los 55 años, Zalo Reyes estaba con la idea de que se moriría, porque estaba enfermo, y a sus hermanos les había ocurrido de ese modo, sin embargo su deceso ocurrió a sus 70 años, quedando como una leyenda de la balada romántica.